El espinazo calcáreo de la Peña Nava sirve de límite natural con el vecino Valle de Manzanedo, en esa divisora creada por la llama Sierra Albuera o Agüera. Entre los riscos calizos, en una zona casi inaccesible, entre roquedo y encinar, aparecen los restos del castillo de Barriolacuesta.
Desde esta construcción defensiva, de la que solo quedan unos pocos sillares de sus antiguos muros, se controlaba una amplia visión del curso del río Ebro, entre el Valle de Zamanzas y el actual municipio de Los Altos y buena parte de el Valle de Manzanedo. Apenas existen noticias sobre esta construcción que, en tiempos medievales, pudo haber sido una torre de vigilancia vinculada al cercano castillo de Arreba, pues no hay espacio para mucho más.