Cabañas de los Moros

Al amparo de la Sierra de la Tesla, y con el incomparable telón de fondo del paraje natural de Los Cárcavos, se agrupa el noble caserío de Quecedo. Cerca de un kilómetro separan la capital de la merindad de la población de Arroyo de Valdivielso.

Entre ambas localidades, camino de La Tesla, en un privilegiado pero a la vez apartado lugar, se encuentra una colección de dieciséis oquedades excavadas en una pared vertical de roca caliza y una plataforma sobre la que en teoría se hubieran asentado cuatro o cinco viviendas que conformarían el eremitorio altomedieval.   

Aquí se conocen como las “Cuevas de los Moros”. Lo que es seguro es que ni son cuevas, ni son de los moros, pero han sido testigo de la época de expansión eremítica, en torno a los siglos VIII y IX. Hoy el lugar se conoce como “Cabañas de los Moros”.

Según algunos autores, junto a estas oquedades rupestres existió una ermita dedicada a San Esteban, así como un castillo e incluso una antigua ciudad.

Tras una importante intervención, se ha acondicionado el entorno, mejorando también el acceso hasta este apartado lugar. La vista panorámica sobre el valle, con su arbolado de montaña, ribera y sus frutales, salpicado por pequeñas localidades, es espectacular.