El misterio también envuelve al hoy casi deshabitado pueblo de Robredo. Su nombre es muy frecuente en estas tierras en las que abundan los robles, por lo que en muchas ocasiones ha sido confundido con otros lugares de igual nombre.
Hay quien cree que donde hoy están las ruinas de la iglesia románica de San Pedro, estuvo en tiempos altomedievales un monasterio que aparece citado en algunos documentos como “San Pantaleón de Robredo”. Otro monasterio denominado como “Sancti Petri de Robledo” es mencionado en el año 1209 en un documento del monasterio de Oña que, según el Becerro de las Behetrías, a mediados del siglo XIV poseía en este pueblo un solar abandonado.
Al igual que la cercana iglesia de Ailanes, los restos de la iglesia de San Pedro presentan los rasgos propios de un templo románico: iglesia sencilla, de una sola nave rematada por ábside semicircular donde, bajo el alero aparecen varios canecillos con decoración muy simple. Toda la construcción está realizada en sólidos sillares, lo que ha favorecido que aún se mantenga en pie su espadaña, con hueco para albergar dos campanas. En un lateral aún conserva su acceso principal a través de un arco de medio punto, que en su día estuvo cobijado bajo un pórtico de madera.